COACHING PSICOLÓGICO

El Coaching como disciplina toma relevancia en Chile a partir de la década de los 80, contándose entre sus inspiradores los trabajos de Maturana y Varela, de Flores, Echeverría y Olalla entre otros. El Coaching se constituye en una disciplina que permite mejorar el desempeño individual, grupal, como también  la calidad de vida, en múltiples ámbitos. Inicialmente desarrollado y seguido por profesionales de variadas disciplinas, con poca participación de psicólogos. A la par, tanto en Estados Unidos como en Inglaterra, surgen Escuelas que desarrollan la conceptualización y su práctica. En sus fundamentos se integran conceptos de la filosofía, la psicología, la biología, la lingüística, entre otras.
Aún cuando en sus inicios se observa una fuerte influencia de la psicología, los psicólogos sólo en los últimos años han reconocido al Coaching como una corriente en desarrollo de la propia profesión, incorporándolo al campo de la investigación científica y de la praxis profesional. El coaching psicológico, en el  contexto general  de las distintas alternativas actuales de Coaching, amplias y sin mayor regulación, constituye una estimulante área de desarrollo profesional, en la que se busca garantizar la atención bajo una acreditación profesional y seria, en comportamiento humano.

  • FORMACIÓN DE EQUIPOS DE ALTO RENDIMIENTO.

La organización moderna de excelencia cuenta con capacidades tecnológicas, financiamiento y acceso a canales de distribución que en general se encuentran disponibles de manera accesible en el mercado, no constituyendo hoy una ventaja competitiva como lo fue en décadas anteriores. La diferenciación y la búsqueda de posiciones de liderazgo, se obtiene por la capacidad del capital humano que dispone la empresa, y en particular por la capacidad de ésta para constituir equipos de trabajo eficientes. Los equipos de trabajo son más que una agrupación de personas con funciones, roles y objetivos predeterminados. Constituyen esencialmente un conjunto de individuos que actúan coordinada y eficientemente en el logro de las metas, en torno a un liderazgo definido. Sus componentes generan sinergias que llevan a resultados superiores. Sin embargo, cuando se habla de equipos de alto rendimiento, surgen otras variables presentes en aquellos equipos, que los diferencian de aquellos simplemente eficientes. En el alto rendimiento se observa un aumentado potencial de creatividad e innovación, que permite proyectar al equipo en el tiempo. Poseen alto nivel de resiliencia que favorece la consecución de metas altas en ambientes fuertemente competitivos. Se observa en ellos un alto grado de compromiso por la tarea, fuerte lealtad con los liderazgos y demás componentes de equipo.   El estilo de liderazgo es de tipo participativo y estratégico. También una alta conectividad entre sus miembros, estilos de interacción proactivos, predominantemente de tipo positivos.

Constituir un equipo de trabajo en uno de alto rendimiento implica generar compromisos entre sus miembros, autoconocimiento de sus potencialidades y generación de normas propias que otorguen espacios para la manifestación del talento individual en pos de la meta común, como también acuerdos para el manejo de las discrepancias propias de todo grupo humano. Los equipos de alto rendimiento se distinguen entre otros por un estilo comunicacional específico.

Este servicio implica la definición de objetivos, la determinación de las características personales necesarias de acuerdo a los roles y metas, la medición del potencial de los individuos del grupo, la adecuación del estilo de comunicación y las características del liderazgo.

 

  • DESARROLLO DE HABILIDADES ESPECÍFICAS.

Muchas veces un buen empleado con muchos méritos personales se le asignan tareas de mayor complejidad y los resultados no son los que se esperaban. El clásico principio de Peter aparece así muy vigente. En la mayoría de los casos, más que una mala decisión y selección, lo que falta es una adecuada capacitación en alguna de las variables específicas que la nueva posición requiere. La preparación de ejecutivos con potencial de desarrollo no solo faverecerá el plan de sucesión de la compañía sino que permitirá conocer capacidades y nuevos talentos.

Los principales ámbitos de formación que ofrecemos están en el desarrollo de habilidades comunicacionales, desarrollo de habilidades directivas, desarrollo de capacidades de emprendimiento y desarrollo de habilidades cooperativas.

  • FORMACIÓN DE LIDERAZGO.

La capacidad de liderazgo es esencial para el desarrollo de la empresa y de los equipos que la conforman. El liderazgo organizacional constituye algo más que capacidad técnica, conocimientos y una personalidad con disposición al dominio. El liderazgo también requiere habilidades comunicacionales, capacidad empática, adaptabilidad social y técnicas motivacionales. Todas entrenables en planes personalizados o grupales.